Toma a tu niño/niña interior y vámos de viaje al invierno.

Escuchamos  El  Invierno de Las cuatro estaciones de Vivaldi.
MEDITACIÓN CON TU NIÑO/NIÑA INTERIOR.
Valor de la infancia: capacidad de escuchar como niños y niñas, sin prejuicios ni miedos, escuchar con el corazón.
1. Para jónenes y adultos:
Inspira y mientras el aire entra en tu interior recuerda algún aroma de tu infancia, si puede ser un aroma relacionado con el invierno, mejor. El echar el aire suelta todo lo que te pesa y no te permite encontrarte con tu niño/niña. Repite este ejercicio unos minutos.
Inspira y mientras el aire entra en tu interior, visualízate cuando eras pequeño, deja que la imagen, llegue. Exhala el aire y suelta lo que nubla la imagen. Disfruta de este momento con cada respiración. Sigue.
Inspira y mientras el aire entra en tu interior, traza una escena, o que la escena te venga como niña/o, con niños/as. Al espirar sacude todas las sensaciones o sentimientos que no te dejen sentir paz. Inspira y siente que el aire llega a tu corazón, escucha sus latidos, los del infante que habita en ti y déjale ser. Espira y saca las normas que no te dejan expresarte con la libertad del niño que aún eres.  Espira y disfruta de la melodía, déjate llevar como niño o niña.
A continuación baila, camina, mueve tu cuerpo al ritmo de la música con tu corazón infantil latiendo.
Si tienes la suerte de poder realizar la actividad con chavales, no lo dudes, te invito a observarles y aprender de ellos.
2. Para niños y niñas de Educación Infantil y Primaria:
Los adultos o jóvenes, docentes, grupos de trabajo en cualquier ámbito, ya despiertos como niños/niñas, escuchamos de nuevo El Invierno con los más pequeños. Nos dejamos llevar, bailamos, lo que surja... Si no podemos estar con niños compartiedo esta actividad, 
¿Qué has sentido? 
¿Cómo late El Invierno de Vivaldi en tu corazón de niño/a?
¿Cómo han reaccionado los niños y niñas de la casa? 
¿Qué has observado en ti y en los demás al sacar de paseo a tu niño/niña interior?
Escucha con el corazón de niño/a a Vivaldi, no pienses en lo que quiso expresar el compositor, aunque si  lo sabes trata de que no te condicione, disfruta de una experiencia en libertad.
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